No podemos negar que nos parece grave
la carencia de espacios verdes en la capital, dadas las consecuencias de la
contaminación en nuestra salud. Los expertos advierten que puede provocar asma,
infartos, disminución de las capacidades mentales, así como complicaciones de tipo pulmonar.
A pesar de ello, la administración
local no cesa en su empeño de talar árboles en diferentes calles,
por meras cuestiones urbanísticas o arquitectónicas. De hecho, aunque se han
presentado 117 alegaciones en el Ayuntamiento, para que los ficus de la Plaza
Vieja sigan en el lugar, la concejalía de Urbanismo las ha desestimado. De todas ellas sólo acepta
que algunos de los árboles sean de principios del siglo XX, aunque eso no
impedirá su "traslado".
Es interesante comprobar que la
opinión de los habitantes de finales del siglo XIX no era diferente a la que
tenemos actualmente. El redactor de La Crónica Meridional decía lo siguiente en 1874, sobre
la tala de los álamos de la Puerta Purchena: "toda la población aprobará la idea de
embellecer este sitio; pero de ninguna manera aprobará que los árboles
desaparezcan, antes al contrario, creemos que deben plantar de nuevo los que
hoy faltan".
También empleaba un argumento idéntico al usado por quienes defienden los árboles de la Plaza de la
Constitución en la actualidad: "Lejos de embellecer
(...) lo que sucedería es que se haría insoportable el sitio, que
encontraríamos desierto a todas horas y abrasado por el sol de nuestro clima
meridional".
No debemos olvidar que, a falta
de redes sociales y páginas de Internet, los diarios eran los mejores canales en esos tiempos remotos para manifestar opiniones sobre temas de relevancia. Los habitantes
de Almería apostaban por el ornato, pero no olvidaban que su salud estaba por encima de cualquier ambicioso proyecto desarrollado por el Ayuntamiento.
Toda la población aprobará la idea de embellecer este sitio; pero de ninguna manera aprobará que los árboles desaparezcan.
¿Serían hoy magníficos influencers,
si hubiesen dispuesto del mismo acceso que nosotros a las herramientas
digitales? Seguramente. De una manera u otra conseguirían que tomásemos
conciencia sobre la importancia de cuidar el planeta, empezando por la ciudad.
Estas palabras, del citado
redactor, dejarían huella:
"No parece
sino que todos los ayuntamientos se han dado la consigna de dejarnos sin
arbolado, cuya privación como debe saber muy bien el municipio, está hasta en
contra de la higiene general; y no creemos que lo primero que se procura conservar
y aumentar en otras poblaciones, sea lo que se trate de destruir aquí de una manera que no hemos acertado nunca a comprender".
Más allá de los viejos tiempos,
tenemos el deber de velar por el cuidado de la naturaleza, en la medida de
nuestras posibilidades, pues es fundamental para minimizar los daños que
provoca la contaminación en nuestro cuerpo. Depende de todos, depende de ti.
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