Así pues, en septiembre de 1933 fueron puestas en escena la comedia "Polos Opuestos" - de José Oña- y el sainete "La cruz de mayo" - escrito por José Artero -. De este modo, Oña debutó como autor de teatro en el salón de la sociedad recreativa "La Ideal". Un año más tarde se representó su siguiente trabajo en el mismo lugar, titulado "El Alma de Andalucía".
Diario de Almería, periódico para el que colaboraba el recién iniciado en el teatro, resumía de esta manera la segunda obra:
El desarrollo frívolo del primer acto tiende al drama en el segundo y se acentúa la reciedumbre de dramatismo en el tercero, en que ya se desatan las pasiones con su mayor pujanza desprovista de toda máscara de convencionalismo, llevándonos a un final en que la tragedia inevitable pone su punto fatídico tinto en sangre.
La interpretación, por supuesto,
corrió a cargo del cuadro artístico de "La Ideal", dirigido por el aficionado Antonio
Pérez Rull, de quien se señalaba que, por sus conocimientos y experiencia de
«hombre de teatro», había sabido demostrar con creces su valía en la
representación del drama de José Oña.
Sin embargo, como hemos explicado
al comienzo, se llevaban a cabo otras actividades no menos relevantes en el salón
de La Ideal. Sólo un par de meses de aquello, se dio la ocasión para una interesante velada,
dado que un socio leyó sus poemas y además esta fue amenizada con los cantes
del señor Rubio, junto al pianista Barco. Una exquisita reunión para los
amantes de las buenas artes, indudablemente.
Después de tantos años dedicado
al teatro, el 16 de enero de 1935 llegó el merecido homenaje para el director de escena de "La Ideal".
Por tanto, se realizó un juguete cómico, el tenor José Rubio interpretó obras
amorosas, Barco deleitó al público con piezas musicales al piano y finalmente salió Antonio Pérez Rull, quien, tras la lectura unos
poemas, agradeció la distinción que le había rendido La Ideal.
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